Vuelvanse la flauta del Señor (19/08/1968)

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( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 06 cap. 55 )

Vuélvanse la flauta del Señor

19 de Agosto de 1968

Prashanti Nilayam

LA ENCARNACIÓN DE Krishna tuvo como fin propagar el sagrado dharma que lleva al hombre a la santidad que debe lograr y enseña el tipo y el contenido de los esfuerzos que tiene que hacer. Krishna, el principio divino, nace en el ombligo de cada uno y debe ser trasladado a la lengua y nutrido allí, como lo hizo Yashoda, con cuidado y amor maternal. Ése es el secreto de la salvación por medio de la recordación de! Nombre divino. A fin de salvar al hombre, el Señor apareció con una forma sumamente encantadora para que pudiera atraer al corazón humano por el amor. Él es la dulzura misma. Así, Krishna arroba fácilmente el corazón hasta de los más endurecidos individuos. Él es el fiada chita chora, el más grande Ladrón de Corazones. El corazón anhela su voz, su forma, su flauta, su sonrisa, sus juegos y sus travesuras. Ésta es la austeridad que es recompensada por su gracia. El anhelo es tan profundo que se pierde toda conciencia del cuerpo, los sentidos dejan de percibir y la mente queda inactiva, la inteligencia se detiene, las ideas de dualidad desaparecen. El individuo ve ante él sólo un camino ascendente de beatitud que lo va llevando hacia la más alta felicidad de la fusión con Él.

La cultura de Bharat ha trazado los lineamientos para alcanzar esta bienaventuranza. Es la consumación de toda la dulzura, toda la felicidad y el cumplimiento de los más altos deseos. Pero he allí al hombre luchando por lograr cosas mezquinas, alegrías baratas y deseos bajos. Cuando buscan a Dios, no deben dejarse desviar por brechas, atajos y espejismos. El buscador de oro debe dejar a un lado el latón y los otros metales amarillos que pueden distraerlo y destruirlo. Como el río que salta por encima de los precipicios, pasa por la selva, fluye alrededor de las colinas, se filtra por la arena, pero mantiene su meta (el mar) siempre a la vista, el hombre también debe marchar incansablemente hacia Dios.

El alivio del malestar se puede lograr sólo cuando sale el alimento malo que se ha ingerido. Así también, se puede obtener alivio de la aflicción sólo cuando las emociones indeseables del odio y la maldad son eliminadas de la mente. Hasta entonces, no se puede tener paz. Por supuesto, Krishna declaró que él llevaría las cargas de aquellos que no tienen otro pensamiento que él. Muchos de ustedes se desaniman porque han estado repitiendo «Krishna, Krishna» por años pero sus cargas no se han aligerado. Sin embargo, para obtener cualquier cosa deben pagar un precio. Krishna vino a fin de establecer el dharma, de modo que lo que más aprecia es el dharma. Que caminen por el sendero de lo correcto, ése es el precio que aceptará. La flauta es su favorita; vuélvanse una flauta: huecos (sin deseos) y rectos (sin torceduras), él los aceptará. ¡Piensen en el sublime dulce amor que Krishna despertaba en los corazones de aquellos que tuvieron la fortuna de ser sus contemporáneos! Cada uno de ellos, desde el pastor analfabeto hasta el más profundo sabio y santo, era atraído hacia él como por un imán y retenido en inquebrantable devoción. No importaban las dificultades y problemas que les acaecieran, no abandonaban sus pies de loto, se aferraban a ellos fuerte y firmemente. Cuando ustedes caminan, su sombra los sigue por encima del barro, del polvo, de los arbustos, las hierbas, montes y estercoleros, riachuelos y piedras; pero notarán cómo sigue teniendo contacto con sus pies. Mientras la sombra (el hombre) tenga un fuerte y firme contacto con los pies de la sustancia (el Señor) no la podrá afectar ninguna dificultad. Aférrense al Señor; ése es el camino hacia la paz y la felicidad.

Los críticos ignorantes y llenos de prejuicios calumnian a Krishna y lo llaman jara» (amante) y «chora» (ladrón) y los buscadores y sabios lo alaban ¡con los mismos apelativos! Él robaba los corazones y los dueños eran felices por ello; él derramaba luz, despertaba a la gente y hacía más ricos y felices a los que sufrían el robo. Él destruía todo deseo por los placeres y conocimientos sensoriales y llenaba todo el ser sólo de pensamientos de lo Divino. ¿Cómo, entonces, pueden referirse a él con apelativos como jara»y chora»? ¡Cuando los ciegos conducen a los ciegos, ambos tienen que caer en el pozo!

El Señor toma la forma que los buscadores desean; está por encima de todo nombre y forma. Los niños van a la dulcería y seleccionan los dulces que tienen las formas de los animales que les gustan; unos pedirán un perro, algunos un pavo real, otros, el caballo, y otros más, el elefante. Pero lo que desean es la dulzura que contienen. Decir que sólo una forma puede ser dulce es negar la compasión de Dios. El está ansioso de satisfacer el anhelo del verdadero buscador. Vishnú (y la encarnación de Vishnú, Krishna) se dice que cabalga sobre un pájaro llamado Garuda. De hecho, es el corazón a lo que se hace referencia como un pájaro; el corazón anhela, lleva el pensamiento de Dios; se mueve rápidamente hacia donde está. Si su hijo está en los Estados Unidos, su corazón va adonde está él; los hombres se dirigen hacia Dios en todo momento y en todo lugar, pues la esencia del hombre es divina.

Alguien me preguntó durante la entrevista que tuvo: «Swami, ¿puedo preguntarte algo?» Le dije que siempre acogía las preguntas, pues no era malo que me usaran para resolver sus dudas. Luego me preguntó: «Swami, ¿puedo saber quién eres?» Yo le respondí: «Pero primero debes saber quién eres tú, aprende primero lo que quieres decir cuando dices yo, yo, yo». Ese yo es este yo. El yo en aquello es el mismo que en esto. La diferencia se debe al grado de manifestación. El Señor es quien está más cerca de ustedes: él es madre, padre, maestro, amigo, guía y guardián. LLámenlo y él responde inmediatamente. Del alba hasta el ocaso, pasen cada minuto en su compañía.

Ésa es la razón por la cual he ordenado que cada Organización Sathya Sai haga arreglos para realizar cantos en procesión por las calles del pueblo (Nagarasamkirtan) en las horas previas el alba (Brahmamuhurta). Es una misión de amor y todos la acogerán con beneplácito. Es un gran acto de servicio social ese de despertar a la gente con el Nombre de Dios. Es un peregrinaje purificador, que elimina las emanaciones de ira y odio que infestan la atmósfera. El moverse por las calles tranquilas y silenciosas en las frescas horas de la mañana, cantando en voz alta el Nombre de Dios con extática emoción, llenando con él los oídos de sus semejantes, es una buena práctica espiritual; la mejor para comenzar el día. Esta orden mía está siendo seguida con entusiasmo en Bombay, Kerala, Madrás y otros Estados y hasta en los países de África Oriental que visité el mes pasado. Este día sagrado, resuelvan pasar sus días con Dios y llenarlos de Dios.

Prashanti Nilayam

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