Mensaje en la pizarra de Prashanti Nilayam del día 14 de junio de 2020

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Mientras exista el sentimiento de ira y de ego en nuestro corazón, no podremos sentirnos bien en nuestra vida; nos sentiremos enfermos en nuestra mente. La propia ira es el mayor enemigo de uno y la calma de uno es la propia protección. El que está poseído por la ira, será odiado por la gente porque cometerá una serie de malas acciones. A veces, el ego también se une al sentimiento de ira. Vivir la vida obsesionados con el orgullo, el ego y el enojo, es perjudicial. Si apuntamos a la realidad trascendental y a la Divinidad, debemos decidirnos a controlar esta fuerte emoción de ira. Mientras que la pira funeraria consume a los muertos, “chinta” o la mente agitada, reduce a cenizas al cuerpo vivo. Es una muerte en vida si uno está obsesionado con el orgullo, el ego y la ira. La ira es causada por la debilidad. No es la debilidad del cuerpo sino la de la mente. Para fortalecer nuestra mente y eliminar la debilidad en ella, es necesario llenarla con buenos pensamientos, buenos sentimientos y buenas ideas. (“Lluvias de Verano”, 1978, capítulo 17)