Dios es la personificación del Amor. Si ustedes desean experimentar a Dios, deben llenarse de Amor. Solo por medio del Amor pueden experimentar a la encarnación del Amor. El hombre lleno de envidia y odio es como un ciego que no puede ver el sol, más allá de cuánto esté brillando. Cegado por la ignorancia, esta persona no puede ver a Dios, más allá de lo cerca que Él esté. El hombre sabio (Jnani) lleno de buenas cualidades como la verdad y el amor, y la ausencia de envidia, de ego y de odio, puede ver a Dios sin buscarLo. Los estudiantes, los jóvenes y los mayores, en igual medida, no deben dar lugar a rasgos malignos como la envidia. Ustedes deben sentirse felices cuando otros tienen éxito en sus estudios, deportes o profesión. El sentir envidia hacia una persona exitosa es una ofensa triple. La primera ofensa es el descuido de los propios deberes o estudios; la segunda ofensa es sentir envidia hacia una persona mejor; y la tercera, es lamentarse por el propio fracaso. Discurso Divino del 6 de septiembre de 1984.