La conducta virtuosa también asegura la paz mental que, a su vez, los salva de muchas enfermedades físicas y mentales. Si sobrepasan los límites (mithi), no van a progresar (gathi).
En cuanto al tema de las enfermedades físicas, debo decirles que deben practicar la moderación en la comida, la bebida, el sueño y el ejercicio. Buen alimento ingerido en cantidades moderadas a intervalos regulares: esa es la receta. Los alimentos puros y saludables (sátvicos) promueven el autocontrol y la inteligencia en mayor medida que los alimentos que producen pasión (rajásicos) y los alimentos impuros (tamásicos). Para los aspirantes espirituales, el alimento puro y saludable es muy necesario. Formas de pensamientos invisibles y sutiles pueden pasar de una persona a otra a través de la comida. Por lo tanto, deben tener mucho cuidado con los alimentos, especialmente cuando caminan hacia Dios a través del empinado sendero del yoga. El sueño también debe ser regulado y moderado; es tan importante como el trabajo y la comida. Recuerden también que la vestimenta es principalmente para protegerse del frío y del calor, no para exhibirla vanidosamente, aun a costa de la salud. Discurso Divino del 10 de octubre de 1961