Sin importar qué suceda, no se den por vencidos en la senda de la virtud. Cuando Hanuman vio a la Madre Sita en el Ashoka Vana en Lanka, él vio su desolación y desesperación en medio de sus captores, rodeada de ogros. Experimentó una agonía abrumadora al verla, y así le propuso, «Madre, no puedo soportar tu sufrimiento. Te llevaré en mis hombros, saltando a través del mar, y te devolveré al Señor Rama». ¡Pero escuchen la respuesta de la Madre Sita! A pesar del sufrimiento insoportable, ella se resistió a la tentación de escapar del cautiverio y reunirse con su Señor. Se apegó al Dharma y explicó, «Yo no debería, más allá de mi voluntad, tocar otro hombre que mi Señor. Si me llevas ahora, estarías perpetrando la misma acción por la que es condenado Ravana. Desmerecerá la gloria que le espera a mi Señor, quien definitivamente me librará por la destreza de Su mano». Los resultados finales nunca pueden justificar lo medios. Los medios son tan importantes como la meta; ¡ambos deben ser nobles! Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Divino Discurso del 31 de marzo de 1965.