El amor concentrado en uno mismo es como la lamparita que ilumina solo una habitación, sin dejar salir luz fuera de las cuatro paredes. Está confinada a los sentidos y nunca se abre a otros, quienes son sus parientes y amigos en Dios. Hay otro tipo de amor, más grande y profundo, que se expande a los miembros de la propia familia. Es como la luz de la luna, no suficientemente fuerte para aclarar las cosas, pero lo bastante para mantenerlos ocupados. También sufre alzas y bajas, crecimiento y pérdidas. Sin embargo el tipo de amor más deseable es como la luz del sol- siempre ocupado en iluminar sin distinción. Este amor hará que uno siempre actúe en el espíritu de la dedicación al Señor. Finalmente todos los actos serán elevadores y santos. Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Divino Discurso del 17 de diciembre de 1964