En procura de la vida buena y piadosa, uno puede hallar muchas dificultades y perturbaciones. Aquellos que odian a los demás serán finalmente consumidos por su propio odio. Surgen muchas dudas y preguntas. La verdadera naturaleza de la Realidad puede ser comprendida solo enfrentando abiertamente todas las dificultades, y soportando con paciencia y fortaleza los problemas. El poder transformador del Amor es ilimitado. San Pablo, originalmente un inveterado crítico de Jesús, fue transformado por el amor de Cristo en el más grande apóstol de Jesús. El amor puro jamás se somete a las fuerzas de la envidia o el odio, sin importar cuán poderosas sean. El amor desinteresado prevalecerá sobre ellas, con toda seguridad. Ustedes no deben permitirse ser abrumados por dificultades y penas, dudas y desengaños. Deben tener fe. Tengan confianza en ustedes mismos y esfuércense por comprender bien la naturaleza del amor de Dios. Apropiarse de ese amor es la sagrada meta de la vida humana. (Discurso, 25 de diciembre de 1984)