El nombre del Señor tiene mucha eficacia. Al repetir el nombre del Señor, Sus atributos pueden ser fácilmente recordados. Santifiquen su lengua con la repetición de Su nombre. También deben usar expresiones dulces que difundan contento y alegría. Sean muy cuidadosos de sus palabras. Los animales tienen cuernos, los insectos tienen aguijones, las bestias tienen garras y colmillos, pero la mayor arma destructiva que ustedes tienen, es su lengua. Las heridas que inflige su lengua difícilmente puedan ser sanadas; se pudren en el corazón por mucho tiempo. Son capaces de causar más daño que incluso una bomba atómica. Hablen de tal manera que su lenguaje sea tan dulce como sus sentimientos. Que las palabras sean verdaderas y agradables (Satyam bruyat; priyam bruyat). Pero por el bien de complacer a otro, no digan mentiras ni exageren. El cinismo que los lleva a hablar sobre una cosa de manera burlona para desacreditarla, es tan malo como la adulación que los lleva a exagerar y a cruzar los límites de la verdad.
(Sathya Sai 29 de julio de 1964)