Podrán brindar Ananda (bienaventuranza) mediante su palabra, solo cuando ustedes mismos hayan alcanzado el estado de Ananda. Una lámpara encendida bajo una vasija con cinco agujeros: este es el símbolo de una persona que tiene la llama de la sabiduría brillando a través de los cinco sentidos. Cubran la vasija con una tela gruesa, y no emergerá ninguna luz. La tela es la cubierta de ajnana (la ignorancia), de tamas (la indolencia y la estupidez). Elíminen la tela, y la luz brillará débilmente a través de los sentidos; este es el símbolo de rajas (la pasión y la actividad). Eliminen la vasija misma, es decir, eliminen la identificación con el cuerpo (el dehatma-buddhi); entonces, la Atmajyoti (la luz del Uno Mismo) brillará plena y resplandeciente. La luz divina, o bienaventuranza divina, estuvo siempre allí, pero obstruida por la vasija y la tela. Ananda es el carácter nativo de ustedes, su verdadera estampa, su realidad misma.
(Discurso, 29 de julio de 1964)