Hagan todo lo posible para comprender la grandeza de su antigua cultura y de sus tradiciones. Respeten a todos. Nunca sean maleducados con los ancianos y los huéspedes que visitan su casa. Ya sea que sus padres estén o no en la casa, ofrezcan a los invitados un asiento y denles un vaso de agua fría. Háblenles con amor. ¿Cuántos niños están siguiendo estas prácticas tan nobles en la actualidad? Incluso cuando hablan por teléfono, deben hablar de una manera amorosa y respetuosa. Respeto, no significa meramente decir «hola». Deben ofrecer su namaskara (saludos) con humildad y reverencia. Na-maskara significa ofrecer sus respetos sin un rastro de ahamkara y mamakara (ego y apego). Nuestras escrituras les aconsejan reverenciar a su madre, a su padre, a su preceptor y a su huésped, como Dios. Cultiven y practiquen la humildad, el amor y la reverencia como los antiguos Bharatiyas. Ese es el verdadero signo de una persona educada. Discurso del 15 de abril de 2003.