Recuerden que su meta es nada menos que realizar su Divinidad inherente. Es difícil para alguien obtener una oportunidad como esta. Entre los miles de millones de personas en el mundo, ¿cuántos desean experimentar la Divinidad? Ustedes están entre los pocos benditos y afortunados. Hagan el mejor uso de esta suprema buena fortuna y transfórmense a sí mismos en personas Divinas y ayuden a transformar a los demás. Estén siempre felices. Compartan sus alegrías con otros. Esta es verdadera espiritualidad. Recuerden: el Amor es Dios, vivan en el Amor. La Verdad es Dios, vivan en la Verdad. La Bienaventuranza es Dios, vivan en Bienaventuranza. No teman, Dios está con ustedes. Cuando ustedes vivan con la convicción: “Dios está conmigo”, “Yo estoy en Dios”, no tendrán temor. Espero que al actuar de esta manera, difundan paz y armonía en sus respectivos países. -Sathya Sai. Discurso del 17 de febrero de 1989.