Imaginen con qué concentración Arjuna escuchó el Gita. Su concentración era tan firme como la de las pastoras que oían el mensaje de la flauta en Brindavan. Arjuna olvidó los ejércitos enemigos, sus propios odios y el entusiasmo por la guerra, y se sumergió en la enseñanza que obtuvo. Si ustedes desarrollan tal concentración en sus propios «campos de batalla», también pueden escuchar el Bhagavad Gita o el Sathya Sai Gita que les estén destinados. El Gita fue expresado para eliminar el engaño causado por la ignorancia, y tuvo éxito en eliminarlo, en lo referente a Arjuna. Otros, como Sanjaya y Dhritarashtra, que también lo oyeron, no se beneficiaron porque todavía estaban atados por su propio tipo de ignorancia. Muchos leen el Gita, pero pocos se benefician. Para beneficiarse del Gita, ustedes deben tener la ecuanimidad de Arjuna y la concentración de Arjuna. Son esenciales un corazón puro y una mente firmemente resuelta. Sathya Sai. (Discurso del 27 de septiembre de 1960).
