Hoy el mundo está roto en facciones y grupos que se odian y atacan mutuamente. Ningún método se considera demasiado cruel, si el objetivo es destruir al enemigo. Nadie se percata de la innata Unidad y la perenne corriente de divinidad que anima a cada ser humano sobre la Tierra. Ahora son ustedes los que tienen el rol de demostrar que no todo está perdido, que aún hay personas que creen en la Verdad, la Rectitud, la Paz y el Amor, que los actos de servicio amoroso prestados con espíritu de humildad y reverencia aún siguen haciendo felices a las personas, y que cada vez está más cerca el día en que amanezcan bellas y resplandecientes la hermandad del hombre y la paternidad de Dios. Ahora todos los esfuerzos se concentran en producir más alimentos, construir más casas y fabricar más telas. Sin embargo, lo que más se necesita hoy es un esfuerzo total para hacer que el hombre manifieste más tolerancia, más humildad, más hermandad, más compasión y una percepción más profunda de las fuentes de alegría y serenidad que residen en el corazón de cada uno. Este país, Barath, debe estar al frente de esta aventura espiritual. El amor es capaz de disolver el más duro de los corazones. – Sathya Sai (Discurso, 14 de noviembre de 1975)