Traten a todos como a sus hermanos. A veces puede haber diferencias de opinión, pero eso no debe conducir al odio o la enemistad. Los Pandavas son un sobresaliente ejemplo de esto. Mientras los Pandavas estaban en el exilio, Krishna los visitó. Al encontrar solo a Dharmaraja, Krishna le preguntó dónde estaban los demás hermanos. Dharmaraja respondió que cuatro de ellos habían ido en busca de alimentos, y los otros cien estaban en Hastinapur. Krishna reprendió a Dharmaraja por considerar también a los Kauravas como sus hermanos. A esto Dharmaraja respondió: «Krishna, ¿no sabes esto? Cuando existe un conflicto interno entre nosotros, somos cinco y ellos son cien. Pero cuando existe una amenaza externa, todos nos unimos y somos ciento cinco». Las diferencias no deben dividirnos. Los miembros de la organización Sai deben cultivar esa unidad. Que no haya ningún conflicto. Vivan como hijos de la misma familia. Gánense una buena reputación, de modo que no haya en el mundo una organización comparable a la Organización Sai. Cultiven el amor, y trabajen en unidad. Sathya Sai. (Discurso, 20 de noviembre de 1998).