Para comprender su verdadera naturaleza, hagan tres cosas: doblegar el cuerpo, corregir los sentidos y poner fin a la mente. El primer paso es “doblegar el cuerpo”; eso significa que no deben permitir que el ego se desarrolle dentro de su cuerpo. Cultiven la humildad y cumplan con sus deberes sinceramente. “Corregir los sentidos” requiere examinar cómo se comportan los sentidos; si tienden a descarriarse, corregirlos y refrenarlos cuando sea necesario. “Poner fin a la mente” implica acallar los caprichos de la mente. ¿Cómo se hace esto? Enfocando la mente en una dirección diferente. Tomemos el ejemplo de una cerradura y una llave. Cuando la llave se gira hacia la izquierda, la cerradura se cierra. Si se gira hacia la derecha, la cerradura se abre. Así, la llave realiza ambas funciones de abrir y cerrar. En el hombre, el corazón es la cerradura y la mente es la llave. Cuando la mente se dirige hacia Dios, el corazón desarrolla desapego. Cuando la mente se dirige hacia el mundo, el corazón desarrolla apego. Por lo tanto, ¡tanto el desapego como el apego son el resultado del modo en que funciona la mente! -Sathya Sai. Discurso del 6 de mayo de 1988.
