Como requisitos esenciales de un ser humano deseoso de progresar, nuestra cultura ha apoyado la fuerza mental y la pureza de pensamiento, las que se traducen en resoluciones y deseos benéficos. El misterio y el esplendor de Dios solo pueden ser comprendidos por una mente pura y una visión clara. Por eso, el señor otorgó a Arjuna un nuevo ojo, para que no resultara confundido por Su gloria. Una resolución adoptada por la mente es como una piedra que se arroja a un Sarovara, o lago. Produce ondas que afectan todo el rostro y perturban la ecuanimidad. Un mal pensamiento profana al individuo y también a la comunidad. El sufrimiento es contagioso; la impureza de ustedes también puede contaminar. Un buen sankalpa (una resolución) establece una serie de pensamientos similares, cada uno contribuyendo con su parte al proceso de purificación y reforzamiento. La cultura bharatiya insiste en la pureza de sankalpa porque, como una fragante flor en la mano, este difunde su benéfica influencia sobre los demás y a través de los demás. (Discurso, 30 de marzo de 1973)