No acepten nada gratis; páguenlo, ya sea con servicio o con trabajo. Esto los hará personas que se respetan a sí mismas. Recibir un favor significa quedar sujeto al dador. Crezcan en su respeto a sí mismos y en su dignidad. Este es el mejor servicio que pueden hacerse a sí mismos. El «Tío Luna» es el «tío» de todos los niños del mundo. Así también, el Señor es el padre de todos, de cuya propiedad cada uno puede reclamar su parte. Sin embargo, para poder conseguirla, deben llegar a cierta edad, a cierto nivel de inteligencia y discernimiento. Una persona decrépita o débil mental no se sentirá digna de recibir Su propiedad. Su propiedad es su gracia y su amor (prema). Si ustedes tienen discernimiento y renunciación, pueden reclamar su parte como derecho propio. Traigan su devoción, déjenla aquí y llévense la fortaleza espiritual. Cuanto más negocian de este modo, más complacido estoy. Traigan lo que tienen, es decir, sus penas y dolores, preocupaciones y ansiedades, y tomen de Mí alegría y paz, valor y confianza. Sathya Sai. (Discurso, 20 de febrero de 1955).