¿Por qué atrae la Divinidad? ¿Es para engañar y confundir? ¡No! Es para transformar, reconstruir y reformar. Este es el proceso denominado samskara. ¿Cuál es el propósito de la reconstrucción? Hacer que la persona sea útil y servicial para la sociedad, borrar su ego, y afirmar su unidad en Dios con todos los seres. La persona que ha experimentado el samskara se torna un humilde servidor de aquellos que necesitan ayuda. Este es el estado de paropakara. Esta clase de servicio, llevado a cabo con reverencia y desinterés, prepara al hombre para tomar consciencia del Uno que permea a los muchos. El último estado es el de sakshatkara. Las Escrituras (Vedas) declaran que la inmortalidad (el estado en que la persona se funde en la Entidad eterna y universal), es factible solo a través de la renunciación y el desapego, no por medio de rituales, progenie ni riquezas. Cuando el hombre renuncia a los deseos egoístas, su amor se expande a las más lejanas regiones del universo, hasta hacerse consciente del amor cósmico que alimenta todos los procesos mencionados. Sathya Sai Baba (Discurso del 23 de noviembre de 1976)