Aún si el hombre no intenta buscar a Dios, al menos puede buscar shanti, santosha, soukhyam y swatantra (la paz, la alegría, la felicidad y la independencia). Hoy en día, el hombre ni siquiera busca estas sensaciones. Tampoco intenta aprender cómo lograrlas. El trompo gira sin parar, sin descanso; el hombre también se afana y trabaja sin parar, pero no recibe alivio a cambio. Solo obtiene paz y alegría pasajeras; existen aquí y ahora, y al minuto desaparecen. El dolor pone un tope a la felicidad; la felicidad es solo ausencia de dolor. ¿Por qué debe el hombre vivir como una carga sobre la tierra? Año tras año consume mucho arroz o trigo, sin obtener a cambio felicidad ni paz para sí mismo o para los demás. La lámpara a kerosén brilla solo si le bombean aire vigorosamente. La luz de ustedes también está atenuada y cerca de apagarse; en consecuencia, bombeen enérgicamente, es decir, comprométanse en la práctica espiritual para iluminar mejor su mente, y compartan la luz con quienes tengan cerca. Sathya Sai. (Discurso del 19 de febrero de 1966)
