Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 6 de julio de 2022

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Kabir estaba hilando una prenda de seda amarilla para su Señor Rama. Él mismo debía trabajar el telar a mano. Recitaba «Rama, Rama, Rama» y continuaba hilando sin cesar. La prenda llegaba a dieciocho metros de longitud, pero Kabir no se detuvo. Continuó su penitencia sin cesar, y la prenda se iba alargando. La bienaventuranza de la labor y la devoción a su Señor eran suficiente alimento y bebida para su sustento. Cuando se la entregó al sacerdote del templo para vestir al ídolo de Rama, la prenda tenía el largo y ancho justos, ni un dedo más. Hombres así son los que impulsan el gozo con que se llenan las personas espirituales, en la India. El hogar debe resonar con el nombre de Govinda; de otro modo, es solo una cueva (guha), donde viven animales salvajes. El cuerpo necesita una vivienda, pero su cuerpo en sí mismo es una casa. También en esa casa se debe oír el nombre de Govinda; de otro modo, es solo una vasija de barro (ghata), no un cuerpo humano. Sathya Sai. (Discurso del 8 de febrero de 1963).