«El dinero viene y se va, pero la moralidad viene y crece». No hay nada grandioso en ganar dinero. ¿Qué les sucedió a los reyes de antaño que gobernaron vastos imperios? ¿Pudieron llevarse al menos una moneda cuando dejaron este mundo? ¡No! Entonces, utilicen el dinero ganado para el bienestar de la humanidad. No se enorgullezcan de su riqueza; la grandeza reside en el sacrificio. Solo el sacrificio les confiere la inmortalidad. Sirvan en sus respectivos lugares. El servicio no significa barrer los caminos, limpiar el templo y alimentar a los pobres. Desempeñar honestamente la propia tarea es el verdadero servicio. Trabajen en función del salario que ganan. Eso es servir a la nación. Procuren que el gobierno no tenga pérdidas, bajo ninguna circunstancia. Estamos obligando al gobierno a pedir préstamos, porque no estamos contribuyendo lo suficiente. Todos los miembros de las Organizaciones Sai deban trabajar esforzadamente y con todo el corazón. Encarnaciones del amor: cultiven el amor, cuiden su salud y sirvan a la sociedad. Entonces Dios les otorgará la felicidad y la fuerza necesaria. Sathya Sai. (Discurso del 20 de noviembre de 1998).