El Atma es el océano, la naturaleza es solo una ola de ese vasto, eterno e ilimitado océano, y ¡el alma individual es solo una gota de esa ola! No pueden renunciar a la ola o al mar. Solo pueden fusionar el Nombre y la Forma de la gota. Una vez que entran en las profundidades del Mar, ¡todo es calma, paz! La agitación, el ruido y la confusión solo existen en las capas exteriores. Así también, en lo más recóndito del corazón, hay una reserva de paz donde deben refugiarse. Hay tres tipos de personas: las letárgicas (tamásicas), que son como bolas de hierro, impermeables a cualquier influencia ablandadora; las activas (rajásicas), que son como el algodón, absorbentes pero que no cambian su propia naturaleza; y las puras (sátvicas), que se derriten como la mantequilla ante la alegría o el sufrimiento de los demás, o ante la mención de los juegos divinos del Señor. Los sátvicos se sumergen profundamente en la fuente y el manantial de simpatía. -Sathya Sai. Discurso del 27 de septiembre de 1960.
