El hombre no desea a Dios ni cultiva la devoción. Pero quiere que Dios derrame paz y bienaventuranza divina sobre él. Si quieren paz, deben conducir su vida de una forma que conduzca a la paz. ¿Cómo puede una persona que sigue caminos nocivos e incorrectos obtener paz, verdad y alegría? ¿Podemos tener un eructo con sabor a calabaza si comemos un mango? Así como son las acciones, así son las recompensas. Así como son los motivos, así son los dones de Dios. Por lo tanto, sus motivos deben ser sublimes y sus acciones deben ser correctas. Los estudiantes deben tratar de desarrollar los poderes latentes en ellos. Los hombres educados de hoy en día creen en lo que leen en las novelas y en los periódicos, en lo que ven en las películas e incluso en las palabras caprichosas de un transeúnte. Pero no tienen fe en Dios. Esto es una gran desgracia. Los hombres que creen en las palabras de un astrólogo o un “purohit”, no confían en las palabras del Veda Mata, que enseñó cuatro grandes verdades: «Tat twam asi”, “Prajnanam Brahma”, “Aham Brahmasmi”, “Ayam Atma Brahma» (“Tú eres Eso”; “el Conocimiento es Divino”; “Yo soy Divino”, “Este Ser es el Omni-Ser”) – Sathya Sai. Discurso del 22 de noviembre de 1984.
