“Cada día, cuando tomas alimentos, estás ofrendando comestibles al fuego que Dios ha encendido en ti para digerir la comida. Tienes que comer de modo reverente, con profunda gratitud. El Gita dice que el fuego que cocinó la comida es Dios, la comida es Dios, quien la consume es Dios, el propósito de comerla es realizar el trabajo confiado por Dios o que es agradable a Dios, y que el fruto de ese trabajo es el progreso hacia Dios. Debes efectuar otro yajna todos los días. Vierte todo lo egoísta: deseos, emociones, pasiones, impulsos y actos, en las llamas de la dedicación y la devoción. De hecho, eso es el verdadero Yajna, del cual esto son solo reflejos e incitaciones, guías y prototipos. Este yajna es solo la representación simbólica de la Verdad abstracta que subyace. Así como se enseña a un niño a pronunciar las palabras, “cabeza”, “red”, “ola”, “guirnalda”, haciéndolo asociar los sonidos y las letras con ilustraciones de los objetos, a través de este símbolo kshara (temporario) se trae ante la consciencia el Principio Eterno (Akshara tatwa)”. Sathya Sai
(Discurso, 11 de octubre de 1972)