Hoy se oyen por todo el mundo planes para construir una nueva sociedad. La provisión universal de las necesidades diarias y diversas comodidades, y la distribución equitativa de la riqueza, están entre las metas declaradas de este movimiento. Esto podría ser deseable. Pero ¿es posible? Podría ser posible distribuir equitativamente las propiedades, posesiones y comodidades. Sin embargo ¿es posible limitar igualmente los deseos de todas las personas? Si los deseos no son limitados en la misma medida, es inevitable que haya frustración. La doctrina socialista es un concepto importante, pero no es menos esencial reconocer la realidad de Dios como fuente primordial de todo lo que hay en el mundo. Según los videntes indios, Dios es la fuente del alimento que consumimos, la fuerza que sustenta todo lo viviente y la base de todos los objetos de la creación. Debido a que esta básica verdad fue olvidada, el mundo está hoy plagado de hambrunas, conflictos, guerras y agitación. Sathya Sai (Discurso, 13 de julio de 1984)
