Las organizaciones que llevan Mi nombre no deben ser usadas con fines publicitarios, o para crear un nuevo culto en torno a Mi adoración. Deben procurar la difusión de japam (la recitación del nombre de Dios), dhyanam (la meditación), y otros sadhanas (prácticas espirituales) que guían al hombre hacia Dios. Deben mostrar el gozo que se deriva de bhajan (el canto devocional en grupo) y Namasmarana (la recordación del nombre de Dios), y la paz que se puede derivar del satsang (las buenas compañías). Deben prestar servicio a los desamparados, los enfermos, los angustiados, los analfabetos y los indigentes. Su servicio desinteresado (Seva) no debe ser exhibicionista; no debe buscar ninguna recompensa, ni siquiera el reconocimiento o el agradecimiento de quienes lo reciben. El seva es Sadhana, no es un pasatiempo de los ricos y acomodados. Todos deben alcanzar la consciencia de su propia verdad. Este es el propósito de toda la enseñanza, todas las curaciones, todos los consejos, toda la organización y todo el asesoramiento que hago. Sathya Sai. (Discurso del 23 de febrero de 1968).