Nos despedimos del año en curso y damos la bienvenida a un nuevo año! Hay una relación íntima entre los dos. Damos una despedida a uno mientras damos la bienvenida al otro. De la misma manera, ¿no deberíamos despedirnos de nuestras malas cualidades y dar la bienvenida a las buenas y divinas cualidades? Puedes ofrecer todas tus malas cualidades a Dios. No hay nada malo en esto. De hecho, sólo Dios puede tomarlas y otorgarte su gracia para fomentar las buenas cualidades. Por ejemplo, supongamos que tienes un billete de cien rupias sucio, roto y mutilado, nadie lo aceptará. Pero si el número está intacto, el Banco de Reserva de la India lo aceptará y dará un buen billete del mismo valor a cambio. De manera similar, sólo Dios puede aceptar y aceptará las malas cualidades, siempre y cuando las ofrezcas con sincera devoción y arrepentimiento, y a cambio Él derramará Su abundante gracia sobre ti. Discurso del 1 de enero de 1994.