El sistema educativo actual hace que una persona educada sea egoísta. La hace esclava de los sentidos y, como consecuencia, olvida su propia naturaleza divina. Los hombres educados no están preparados para servir a la gente que sufre. No solo a ellos hay que culpar por esta situación; también hay que culpar al gobierno ya que ha fracasado en alentar y entusiasmar a la gente. No se enseña a los estudiantes a ser autosuficientes y a ser independientes económicamente. A pesar de poseer elevados títulos de grado, el hombre educado persigue frenéticamente trabajos asalariados en lugar de buscar carreras independientes. El hombre educado lucha por sus derechos sin tener en cuenta los deberes que debe cumplir. El hombre que descuida sus deberes también perderá sus derechos. Los derechos y los deberes están inseparablemente interrelacionados. El amor es el nexo de unión entre ambos. Los fieles en el reino espiritual anhelan alegría, paz y confort sin esforzarse por saber cómo se pueden obtener. Sathya Sai. Discurso del 22 de noviembre de 1984.