Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 3 de septiembre de 2021

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Todo devoto tiene la esperanza de experimentar finalmente la alegría de la bienaventuranza suprema, como resultado de su disciplina espiritual. Pero esa dicha no es algo nuevo que debe merecer o adquirir; no es una nueva experiencia a ser ganada mediante la disciplina espiritual. Está siempre contigo, dentro de ti; pero no puede ser saboreada debido al obstáculo del ego, que actúa como un biombo, ocultándola de la vista. Tenemos que rasgar ese velo. Lo que el aspirante necesita es disciplina espiritual. Entonces puede reconocer la bienaventuranza perenne. Esta no surge como algo nuevo; siempre existe. Lo que viene y se va es el biombo de “yo” y “mío” que cubre la dicha. Mientras procura eliminar el biombo de “yo soy quien disfruta” y “estas cosas son mías”, el aspirante no debe apresurarse frenéticamente ni preocuparse en demasía, si no descubre la esperada bienaventuranza. En esos momentos, la paz es una ayuda infalible. Si se cultiva bien la paz al principio, se puede tener éxito en cualquier tarea, sin importar cuán difícil sea. (Prasanthi Vahini, Capítulo 8)