¡La repetición del Nombre y la Meditación son medios por los cuales pueden obligar a concretar la gracia divina en la Forma y con el Nombre que anhelan! El Señor tiene que asumir la Forma que ustedes elijan y el Nombre que prefieran; de hecho, ¡ustedes Le dan forma! Por lo tanto, no cambien de Forma ni de Nombre; ¡quédense con el que más les agrade, sea cual sea la demora o la dificultad! No se desalienten porque al comienzo no pueden concentrarse por mucho tiempo. Cuando aprenden a andar en bicicleta, no adquieren inmediatamente la habilidad de mantener el equilibrio. Empujan la bicicleta a un sitio abierto, saltan y brincan inclinándose hacia un lado y hacia el otro, e incluso pueden caerse con la bicicleta encima de ustedes durante los numerosos intentos antes de que sean capaces de andar con destreza y no vuelvan a preocuparse por el equilibrio. Automáticamente son capaces de hacer los ajustes necesarios para corregir el equilibrio, ¿no es así? -Sathya Sai. Discurso del 23 de febrero de 1958.