Mantengan siempre la muerte, que es inevitable, ante el ojo de la memoria y comprométanse en el viaje de la vida con buenos deseos para todos, con estricta adhesión a la verdad, buscando siempre la compañía del bien, y con la mente siempre fija en el Señor. Vive, evita las malas acciones y los pensamientos odiosos y dañinos, y no se apeguen al mundo. Si viven así, su último momento será puro, dulce y bendito. Se necesita un esfuerzo disciplinado durante toda la vida para asegurar esta consumación. La mente tiene que ser entregada a las buenas tendencias mentales (samskaras). Todos deben examinarse rigurosamente, detectar los defectos y luchar para corregirlos. Cuando la gente descubre y se da cuenta de sus propios defectos, es como renacer. La gente entonces comienza de nuevo, desde una nueva infancia. Este es el momento genuino del despertar. – Prema Vahini, capítulo 27.