Cuando un prisionero es llevado de un lugar a otro, es acompañado por dos guardias, ¿no es así? Cuando el hombre, que es un prisionero en esta cárcel, se mueve de un lugar a otro, también está acompañado por el egoísmo y el apego (ahamkaram y mamakaram). Cuando se mueve sin estos dos, puede estar seguro de que es libre y que se ha liberado de la cárcel. Ahora que me he referido a la cárcel y a la vida en la cárcel, ¡déjenme decirles más! Todos ustedes han sido sentenciados a prisión en esta cárcel. No sirve de nada esperar una recompensa cuando trabajan en la cárcel; trabajan porque así se lo ordenan, y además tienen que trabajar bien. ¡No pueden argumentar que las recompensas no son distribuidas con justicia y no tienen derecho a desistir de las tareas asignadas! Si lo hacen, su condena se extenderá o los trasladarán a otra cárcel. En cambio, si aceptan la sentencia en silencio y siguen con su trabajo sin clamar ni murmurar, su condena se reducirá y saldrán con un certificado que les asegurará una vida feliz, sin molestias. -Sathya Sai. Discurso del 20 de febrero de 1964.