La verdadera bienaventuranza solo puede ganarse mediante la transformación de los impulsos que agitan la mente. No se encuentra en la riqueza. Creen que un hombre rico es feliz; pregúntenme y les revelaré que ¡están llenos de aflicción pues vienen a Mí en gran número buscando alivio! No tienen paz en absoluto. Un físico fuerte no otorga paz de por sí, ni tampoco lo hace la educación, el ascetismo o los rituales. Solo la permanencia constante en el nombre del Señor brinda esa paz inquebrantable, que no es afectada por los altibajos de la vida. ¡Hace del hombre un héroe! Sai Baba era para ustedes un Nombre sin forma, pero ahora ha venido con Forma y pueden mantener la Forma en su mente. Así también, el nombre “Rama” tiene una forma; deben visualizar la Forma cuando repiten el Nombre, entonces el Nombre se vuelve concreto y su recuerdo es más fácil. Vivan siempre en la presencia de ese Nombre lleno de esa Forma. Entonces la vida se convierte en una continua adoración del Señor. -Sathya Sai. Discurso del 2 de septiembre de 1958.