Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 28 de febrero de 2024

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El universo es un instrumento para revelar la majestad de Dios. El firmamento interior en el corazón del hombre es también una revelación de Su gloria. Él es el aliento de nuestra respiración. Ya que no tiene una forma específica, Él no puede ser nombrado con palabras. Tampoco puede Su misterio ser penetrado por otros sentidos. Él está fuera del alcance del ascetismo y fuera de los límites de los rituales védicos. Solo puede ser conocido por un intelecto limpio de todo rastro de apego y odio, de egoísmo y del sentido de posesión. Solo la sabiduría espiritual puede otorgar el conocimiento de Uno Mismo. La meditación puede conferir la concentración de las facultades; mediante esa concentración puede ganarse la sabiduría espiritual, aun estando en el cuerpo. El Brahman activa el cuerpo a través de los cinco aires vitales (pranas). Condesciende a revelarse en ese cuerpo mismo, en cuanto la consciencia interior alcanza la pureza requerida, porque el Atma es inmanente en los sentidos, tanto internos como externos, así como el calor está en el combustible y la manteca en la leche. Hoy, la consciencia individual es como combustible mojado, empapado en la suciedad de los deseos sensuales y las decepciones. Cuando el estanque del corazón queda limpio de feas impurezas, el Atma brilla en su prístino esplendor. -Sathya Sai (en Upanishad Vahini, Capítulo 4 del Mundaka Upanishad)