Sostengan el rosario sobre el dedo medio, manteniendo juntos los tres dedos Gunas. Esto significa que están trascendiendo el mundo de atributos y cualidades, de nombre y forma, y de multiplicidad, la cual es consecuencia de toda esta transformación, y están avanzando hacia el conocimiento de la Unidad. El dedo Jeevi (el índice) ahora pasa lentamente cada cuenta hacia el pulgar (Brahman), tocando la punta del dedo Brahman. Cuando la cuenta pasa al otro lado, la fusión es enfatizada con cada cuenta y cada respiración, porque, mientras los dedos aprenden y enseñan la lección, también la lengua repite el mantra o el Nombre, con el pranava (el sonido primordial del OM). El japamala (rosario) es muy útil para los principiantes en el sadhana, pero, a medida que progresan, el japa (cántico) debe llegar a ser el aliento mismo de su vida, y así, la rotación de cuentas se convierte en un ejercicio superfluo e incómodo, en el cual ya no tienen interés. Siempre, en todo momento, en todo lugar, se medita sobre Hari (el Señor) Ese es el estado al cual debe conducirlos el japamala. (Discurso, 10 de mayo de 1969)