El avance espiritual y la bienaventuranza dependen del esfuerzo disciplinado. Esto representa un trabajo duro y afanoso, no los caminos placenteros y fáciles. La vida es digna de ser vivida solo cuando tenemos hábitos disciplinados, concentración de la mente, renuncia a los placeres sensuales y fe en el Uno Mismo (el Atma). La disciplina y la concentración son como represas que controlan y dirigen el caudal de un río hacia canales inofensivos y fructíferos. Ustedes están comprometidos en el sadhana y en la indagación sobre el Uno Mismo, y en esta gran tarea, la disciplina y la concentración son de gran ayuda. Nadie que ignore el camino puede llegar a la meta; nadie que ignore la meta puede elegir el camino y recorrerlo. Antes de decidirse a emprender el viaje, ustedes tienen que tener una adecuada concepción del camino, y también del punto de destino. Sathya Sai (Discurso del 20 de noviembre de 1970).