El habla (Vak) tiene que ser rigurosamente entrenada para evitar el parloteo y la verbosidad ociosa. Mantengan la lengua bajo control; no expresen todo lo que les venga en gana decir; reduzcan al mínimo esta inclinación. El silencio cargará la batería; podrán lograrlo mediante un período de meditación más prolongado. Llénense de amor puro, así sus palabras difundirán amor. Serán dulces y calmantes como un bálsamo para aquellos que sufren. Om es la raíz de todos los sonidos, en todos los mundos. El método más efectivo para cultivar el amor es practicar Namasmarana (la rememoración del Nombre). O, mejor aún, pasen el tiempo en Pranavopasana (la repetición del Om). El Om es el origen de la creación; es la fuente, el mantenimiento y la fuerza. Es el prana (la vida) de todo ser. Así como el aire forzado a través de las cañas de un armonio produce las siete notas musicales, sa-ri-ga-ma-pa-da-ni, el solo Om es la base de todos los sonidos en todos los mundos. Conozcan su importancia y practiquen su recitación. Sathya Sai (Discurso, 23 de noviembre de 1966)