Los ríos deben desembocar en el mar, no en las arenas del desierto; las aguas deben fundirse en el agua. Esta es la consumación, Kaivalya o Sayujya. Para estar siempre enfocados en esta meta, tengan a la caprichosa mente siempre en una traílla. Cuando el sol está en el cielo, su resplandor opaca a la luna. El buddhi, el intelecto aguzado, es el sol; el pálido satélite creciente y menguante es la luna. Den completo predominio a la inteligencia; que la mente obedezca los dictados de la razón, no de la pasión. Háganse amos de los sentidos, no sus esclavos. Hrishikesa, un nombre de Krishna, significa “amo de los sentidos”; Gudakesa, un nombre de Arjuna, expresa lo mismo. Por eso, ellos dos se hicieron camaradas. Los sentidos los arrastran a ustedes a la jungla de la naturaleza; ¿de qué les sirve huir a la jungla, con los sentidos locos de hambre? ¿Por qué iban a la jungla los sabios? Para sumergir la mente en la silenciosa calma del bosque; para residir siempre en el pensamiento de Dios, cuya voz se oye cuando cesan todas las otras voces. Si ustedes cierran las ventanas que dejan entrar otras voces, su hogar puede ser transformado en un Bosque de Libertad, una Ermita de Austeridades. Sathya Sai (Discurso, 30 de enero de 1965)