Quizás no tengan la oportunidad de participar en un gigantesco plan de servicio que beneficie a millones de personas, pero si alzar un cordero cojo por sobre un cerco o ayudan a un niño ciego a cruzar una calle transitada, eso también es un acto de adoración. El seva es más fructífero que la japa, la dhyana, la yajna y el yaga que generalmente se recomiendan a los aspirantes espirituales, ya que el Seva sirve a dos propósitos: extinguir el ego y alcanzar ananda (la bienaventuranza). Cuando alguien sentado cerca está sumido en la pena, ¿pueden ustedes estar felices? No. Un bebé llora desgarradoramente y sus ojos se llenan de lágrimas de empatía. ¿Por qué? Existe un vínculo invisible entre los dos. Solo el hombre posee esta cualidad de la empatía, sólo él puede ser feliz cuando los demás son felices, y sufrir cuando los demás sufren. Por eso el hombre es el modelo de la creación, la cumbre del progreso animal. Solo el hombre es capaz del seva; esa es su gloria y su destreza singular. Sathya Sai. (Discurso del 4 de marzo de 1970).
