Markandeya sostuvo fuertemente el Shivalingam y así el lazo de Yama lo amarró tanto a él como a Shiva; esa fue la razón por la cual el muchacho se salvó. Esta historia les enseña a estar siempre en contacto con Dios porque no saben cuándo la muerte les arrojará el lazo. Apéguense al Altísimo, llámenlo por cualquier nombre o concíbanlo en cualquier forma. Pero recuerden: sin Dharma (rectitud) no pueden alcanzarlo. No se aparten hacía los caminos secundarios; manténganse en el camino principal. Si ceden a los pensamientos inferiores (alpabuddhi) estarán perdiendo el principio de lo Universal (akhanda- tatwa). Aprendan los medios para ganar la Gracia y lograr la pureza de aquellos que saben: los ancianos, los eruditos que han puesto en práctica su sabiduría. No se desesperen, no vacilen. La gracia puede borrar al pasado; Sat-prayatna, Sat-sanga and Sadachara (el buen esfuerzo personal, la buena compañía y las buenas prácticas), pueden asegurar la felicidad futura. Sathya Sai .- Discurso del 1 de abril de 1965.