Para promover el mejor interés de la humanidad, deben cultivar la urgencia sagrada del servicio a otros y la actitud de compartir. Repetir la frase, «El servicio al hombre es servicio a Dios (Manava seva is madhava seva)» no lo extiende a todas las personas; aquellos quienes recitan este axioma no se preguntan a quién se debe servir. Solo están ansiosos de llenar su propio estómago. Con ese fin restringen sus horizontes mentales para solo edificar a los suyos. Por consiguiente desperdician la valiosa educación que han recibido. Uno se olvida del hecho de que Dios está en forma perceptible en todos los seres. El servicio rendido a cualquier ser es servicio ofrecido a Dios. Esta debe ser la meta más alta de los educados. Un humano es Dios (nara es Narayana). Cada simple acto debe ser elevado como un acto de servicio a Dios. Vidya Vahini. C. 15. Versión en inglés.