La primera cualidad que tienen que cultivar es la gratitud a la Divinidad. La gente se siente agradecida incluso por pequeños actos de servicio que se le realicen. ¿Acaso no es necesario ser agradecidos con la Divinidad que nos ha proporcionado tantos beneficios esenciales a través de la naturaleza y los cinco elementos? El aire que ustedes respiran, el agua que beben y la tierra sobre la que caminan son todos obsequios de Dios. ¿Cuán agradecidos están con el sol que proporciona una luz que no puede ser igualada por todos los focos del mundo? ¿Pueden todos los aparatos de bombeo en el mundo proporcionar tanta agua como la que se ofrece en una sola descarga de lluvia? ¿Pueden todos los ventiladores del mundo proporcionar tanta brisa como la que se obtiene cuando sopla el viento? Sin sentirse agradecido por estos regalos divinos, el hombre busca lo trivial y desperdicia su vida. Los grandes sabios de antaño, que adoraban a Dios de diversas maneras, consideraban a la devoción como un medio de expresar gratitud a la Providencia. Sathya Sai (Discurso, 14 de enero de 1989)