Cada uno de ustedes debe hacer de su propio corazón un Prasanthi Nilayam. La transformación debe comenzar en este preciso momento. Analicen sus palabras, sus acciones y sus pensamientos. Desháganse de los que son indeseables, los que lastiman a ustedes y a los demás. En su lugar, cultiven sahana (la fortaleza), shanti (la paz estable), satya (la verdad), etc. Actualmente, la mente está siempre agitada y se posa sobre cualquier objeto del universo. Se rehúsa a permanecer en solo una idea, la de Dios. Al igual que una mosca, que se posa sobre lo puro y lo impuro pero se priva del placer de posarse sobre una brasa ardiente, la mente huye de todos los pensamientos acerca de Dios. La mosca será destruida si se posa sobre el fuego; igualmente, la mente es destruida cuando mora en Dios, ya que es solo un tejido de deseos, su urdimbre y su trama son del mismo material. Los deseos cesan cuando Dios toma poseesión de la mente. De hecho, como los deseos son el material mismo con que está hecha la mente, la mente deja de existir cuando Dios la ocupa por completo, y entonces ustedes quedan libres. Sathya Sai. (Discurso del 26 de septiembre de 1965).