Las tendencias indeseables tienen que ser desarraigadas por completo, o al menos tiene que haber un esfuerzo sistemático por librarse de ellas. Los aspirantes tienen que nadar contra la corriente. Avanzar contra la corriente es el medio de llegar a la Fuente; flotar a favor de la corriente significa alejarse cada vez más de la Fuente y perder de vista la meta. Por supuesto, nadar río arriba es un poco duro, pero cada brazada te lleva más cerca y no más lejos de la meta. Para superar la tensión debemos tener la balsa llamada meditación. A través de la meditación puede superarse la debilidad del marco físico, puede controlarse la caprichosa rapidez de la mente y puede facilitarse el progreso hacia el asiento de la gracia. Entonces podemos alcanzar la Divina Fuerza primordial (adi murti). Si, por el contrario, nos preocupamos más por la facilidad del viaje y flotamos siguiendo la corriente, estamos viajando cada vez más lejos de la gracia y volviéndole la espalda. Sathya Sai (Dhyana Vahini, Capítulo 9)