Si los aspirantes espirituales no tienen éxito en seguir una disciplina, tienen que buscar y conocer la causa de su fracaso. Este análisis es necesario. Luego, deben asegurarse de que, en una segunda etapa, ese error no se repita. Deben hacer todo lo posible para cuidarse de ello. En estos asuntos, deben ser rápidos y activos, como la ardilla. La agilidad y la vigilancia también deben combinarse con la agudeza de la inteligencia. Todo esto solo puede lograrse por medio de la paz. El compromiso serio, firme y constante es muy importante para evitar y superar los conflictos de la mente. Tienen que estar tranquilos y sin perturbaciones. El coraje, el consejo sabio y la constancia, hacen que la fuerza de voluntad (iccha-sakthi) sea fuerte y robusta. El brillo en el rostro, el esplendor en los ojos, la mirada decidida, la voz noble, el sentimiento de caridad de todo corazón, la bondad inquebrantable: son señales de una fuerza de voluntad en desarrollo y progreso. Una mente sin agitaciones, una perspectiva alegre e inmaculada, son las señales de una persona en la que la paz se ha arraigado. – Sathya Sai. Prashanti Vahini, capítulo 6.