Distingan lo real de lo aparente. Busquen el núcleo dentro del acontecimiento, el significado. Moren en su realidad átmica; ustedes son puros, indestructibles; no los afectan los altibajos de la vida; son el verdadero, el eterno, el inmutable Brahman, la entidad que es todo esto. Una mera indagación de cinco minutos los convencerá de que no son el cuerpo ni los sentidos, la mente o la inteligencia, el nombre ni la forma, sino que son el Atma mismo, el mismo Atma que aparece como toda esta variedad. Una vez que vislumbren esta verdad, aférrense a ella; no permitan que se les escape. Hagan de ella una posesión permanente. Como primer paso hacia la adquisición de esta sabiduría (Viveka) y de este desapego (Vairagya), comiencen ahora mismo la disciplina de Namasmarana, la recordación incesante de Dios a través del nombre del Señor. Sathya Sai. (Discurso del 30 de enero de 1965).