El ego es el enemigo número uno de su progreso espiritual. El egoísmo es el Jefe Ejecutivo de la Era de Kali (Hierro). El egoísmo y sus males concomitantes acechan al mundo hoy en día. El egoísmo engendra los flagelos de la codicia y del odio. Incluso líderes de órdenes ascéticas y superiores de instituciones monásticas sufren de egoísmo y se entregan al pasatiempo de la competencia y el conflicto con otras órdenes e instituciones. Algunos de ellos llevan elaborados símbolos externos de esplendor espiritual, especialmente cuando se les enfoca con una cámara. Hay un adagio popular que dice que un aspirante (sadhaka) debe comer como un perro y deambular como un zorro, lo que significa que debe estar contento con lo que puede obtener y descansar donde pueda. El hombre no es más que un instrumento en las manos de Dios; ¡sus planes pueden triunfar solo cuando están alineados con los Suyos! Sathya Sai – Discurso del 4 de octubre de 1965.