Tan solo tenemos que reconocer la ignorancia, para hacer que esta desaparezca. Solo tenemos que conocernos a nosotros mismos para hacer contacto con las fuentes de la bienaventuranza, la inmortalidad y el perentesco con todos los seres. En sánscrito, el individuo se conoce como «vyakti», porque tiene que hacer explícita su divinidad innata (vyakta). Esta es la realidad de ustedes; descúbranla, residan en ella y tengan el deseo de divulgarla. Desechen los bajos deseos de unas hectáreas de tierra, una abultada cuenta en el banco, unas mansiones o unos automóviles más. Deseen en cambio la felicidad que nunca se desvanece, que nunca causa hastío, que es profunda, estable y energizante: la felicidad de tomar consciencia de la Divinidad. Descubran su propia santidad, su divinidad y su verdad. Tal vez ustedes duden cuál es la acción correcta (dharma), cuál es la verdad, cuál es el amor divino, etc., lo admito. Pero no tienen ninguna duda con respecto a ustedes mismos, ¿no es así? Descubran quiénes son ustedes mismos, y manténganse fijos en esa verdad. Esto es suficiente para salvarlos y para darles la felicidad eterna. Sathya Sai (Discurso, 13 de agosto de 1964)