Bharat ha sido edificada sobre los cimientos del Dharma (la rectitud), sentados por sabios como Narada y Valmiki, enseñando a la gente que no debemos entusiasmarnos en la victoria ni dejarnos abatir en la derrota, y que debemos dar la bienvenida a ambas, porque ponen a prueba nuestra fe en Dios. Esta es una tierra donde la fe en Dios es bebida en el seno materno por cada niño, por lo cual nunca se abandonará a la desesperación ni a la pena. Dependerá del Señor en su interior, y descubrirá inagotables refuerzos de valentía dentro de cada corazón. La victoria final es para aquellos que tienen fe en el invencible Atman, la Realidad. Tales hombres no tendrán odio en el corazón; solo sentirán tristeza cuando otros son codiciosos y envidiosos, y sus plegarias serán para que se les otorge sabiduría, humildad y amor incluso a sus oponentes: “Oh, Dios, dales sad-buddhi, el discernimiento y el poder de un juicio calmo y sereno”. Desde los tiempos védicos, todos los hijos e hijas de la India rezan Loka Samastah Sukhino Bhavantu: “Que todos los habitantes de todos los mundos sean felices”. Sathya Sai (Discurso, 26 de septiembre de 1969)