Hay muchos que no comprenden el principio de Sai.«¿Quién es este Sai? ¿Por qué ciertas cosas suceden de esta manera?» Se hacen estas preguntas. Yo no soy un sanyasi (renunciante). No soy un yogui. No soy un bhogi (buscador de placeres). No soy un tyagi (alguien que sacrifica). Yo soy «Yo». Este «Yo» es el primer nombre dado al Atma. Un renunciante está sujeto a ciertas restricciones. El buscador de placeres está sujeto de otras maneras. Yo no tengo limitaciones. Lo mío es la bienaventuranza ilimitada. Mi nombre es «Yo». No es un nombre dado después de un nacimiento. Para comprenderme, todos tienen que darse cuenta de que el «Yo» está presente en todos. El «Yo» es usado por todos, en todo contexto, tanto por el millonario como por el pobre. Este «Yo» es Brahman. Aham Brahmasmi (Yo soy Brahman). Todos deben esforzarse por reconocer la divinidad que está presente en todos. Este esfuerzo tiene que ser realizado por todos. El nacimiento humano ha sido dado para este propósito. No puede dejárselo a Dios. (Discurso, 23 de noviembre de 1992)